El sueño juega un papel vital en su salud y longevidad en general y, sin embargo, ¡innumerables personas tienen dificultades para obtener suficiente! Una de las razones principales de la falta de sueño de calidad es la mala “higiene del sueño” o la serie de hábitos que tiene a lo largo del día que afectan su capacidad para conciliar el sueño y permanecer dormido. Antes de continuar con lo que podemos hacer para ayudar a mejorar la calidad y la cantidad de nuestro sueño, analicemos primero por qué el sueño es tan importante y cuánto dormir es suficiente.
¿Por qué es importante dormir?
Dormir es importante porque ayuda a:
- Mantén tu cerebro funcionando correctamente.
- Ayudar a formular nuevos caminos para aprender y retener información.
- ¡Asegúrese de que los centros de control de la toma de decisiones, la resolución de problemas y las emociones/comportamiento de su cerebro estén en plena forma!
- Sana y repara los procesos de tu corazón y vasos sanguíneos.
- Equilibra tus hormonas que controlan el hambre.
- Regula cómo reacciona tu cuerpo a la insulina, por lo que la falta de sueño puede ponerte en mayor riesgo de obesidad.
No es de extrañar por qué la falta crónica de sueño está relacionada con varias enfermedades, incluidas las enfermedades cardíacas, la presión arterial alta, la diabetes, la obesidad y los accidentes cerebrovasculares, solo por nombrar algunas. La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM, por sus siglas en inglés) recomienda que los adultos mayores de 18 años duerman entre 7 y 8 horas por noche, e incluso más para los niños y adolescentes menores de 18 años. Ahora que sabemos por qué es tan importante dormir y cuánto lo necesitamos, analicemos algunos consejos para descansar bien por la noche.
Consejos para tener una buena noche de sueño:
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Mantenga un horario de sueño consistente:
- Trate de acostarse y despertarse a la misma hora todas las noches, incluso los fines de semana o de vacaciones. Esto permitirá que su cuerpo se acostumbre a su rutina preferida.
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Haz que tu dormitorio sea tranquilo y relajante.
- Lo mejor es mantener la habitación a oscuras ya que la hormona melatonina, la hormona que regula el ritmo circadiano, se secreta en respuesta a la oscuridad. Además, la mejor temperatura del dormitorio para dormir es entre 60 y 67 grados Fahrenheit. Trate de usar un colchón, una sábana, un edredón y una almohada transpirables para ayudar a mantener una temperatura corporal cómoda durante la noche.
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Limite su exposición a la luz brillante por las noches:
- Esto incluye observar la luz azul emitida por la mayoría de los dispositivos electrónicos. ¡Apague todos los dispositivos al menos 30 minutos antes de acostarse!
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¡Evite comer una comida copiosa justo antes de acostarse!
- Si tiene hambre, coma un refrigerio ligero y saludable para evitar la indigestión que podría mantenerlo dando vueltas toda la noche.
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Levántate de la cama y haz una actividad relajante:
- Si no puede conciliar el sueño en 20 minutos, levántese de la cama y realice una actividad tranquila y relajante sin demasiada exposición a la luz; esto podría ser leer un libro, meditar o hacer algunos estiramientos suaves.
¡Prueba estas prácticas todas las noches para lograr un sueño de calidad! A veces, el dolor puede ser un gran obstáculo para permitir un sueño reparador. Si tiene dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido debido al dolor, acérquese para una evaluación gratuita y vea cómo la fisioterapia en Coury & Buehler puede ayudarlo.
Referencias: